Los muy agradables personajes de “Madagascar”, film en dibujos animados que viéramos hace algo más de dos años, vuelven y, como era de esperarse, la historia no tiene tanta fuerza como la original, pero se pasa muy buen rato.
Y esa historia, por cierto, nos dejó algo enredados o, quién sabe, a lo mejor, como la vimos después de “Body of lies”, se nos quedó el cerebelo retorcido de tantos líos de ese film y nos desconcertó una simple comedia en dibujos animados.
Pero lo cierto es que los cuatro amigos, Alex, Marty, Melman y Gloria, o sea, el León, la cebra, la jirafa y el hipopótamo, luego de que el primero va a dar a New York por mar navegando en cajón y se hace muy popular bailando para el público del zoo, decide irse de vacaciones y, de buenas a primeras, los lanzan en un viejo avión de hélice y van a dar a una reservación para animales salvajes en Africa, y allí Alex encuentra a sus padres.
Pero el rivel del padre de Alex aduce que Alex no ha sido iniciado como fiero león, y cuando el recién llegado demuestra que lo que sabe es bailar, entonces le expulsan y sus padres se van con él.
El resto es lo que sucede para que el villano quede mal y los héroes sean los héroes, con un relato un tanto desvencijado pero agradable de Etan Cohen que enfatiza, como en casi todos los largo metrajes en dibujos animados, en el valor de la amistad.
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