Algo interesante de Bolt...la tecnología

LA TERCERA REVOLUCIÓN
Jeffrey Katzenberg, cofundador de Dreamworks, sigue siendo el adalid del 3D. Y en Singapur afirmó que esa tecnología será la tercera gran revolución del cine tras la llegada primero del sonido y luego del color: "En cinco o siete años, todas las películas se harán en 3D". El socio de Spielberg no está solo. Disney anunció en el festival asiático que en tres años llevará a las pantallas 17 películas en 3D --11 animadas y 6 de acción real--, incluyendo la reedición tridimensional de La bella y la bestia.
Hollywood confía en que todos en la industria tengan visión de futuro más allá de un momento concreto, como el actual, de crisis económica. Por ejemplo Mark Zoradi, directivo de Disney, insistía en Singapur en defender el 3D como salvavidas para el cine ante las embestidas de opciones como descargas en el ordenador o sistemas mejorados de proyección en el hogar. "Podemos contar historias de forma diferente, hacer que el público se involucre más. No pueden hacer eso en casa", declaraba.
Es uno de los puntos más débiles de su argumento. El avance de la tecnología --y su abaratamiento-- es brutal no solo en una industria. Dreamworks, por ejemplo, está asociado en el desarrollo de su 3D con Intel, que ni mucho menos trabaja solo para el cine. Y hace unos días, en una cumbre sobre entretenimiento en tres dimensiones celebrada en Los Ángeles, una empresa aseguró que está a un paso de aportar novedosos aspectos tridimensionales a las videoconsolas.
Hay expertos que creen que el 3-D se habrá metido en los hogares en cuatro o cinco años. Otros identifican como uno de los problemas de Hollywood que en el desarrollo del 3D se ha centrado en usar la tecnología para mejorar los efectos especiales pero nada en integrarla con la forma de narrar y las historias que se narran. Y gente como Jehoshua Eliashberg, profesor de márketing en la escuela de negocios Wharton, apunta que los exhibidores deberán reconvertirse en proveedores de algo más que cine si quieren sobrevivir. "Cada vez más tendrán que actuar como comerciantes y asegurarse de que lo que ofrecen está acorde a su clientela. Y el 3-D es solo una parte de la ecuación", afirma.